jueves, 21 de junio de 2018

Angelelli y los Vicios Judiciales

Reseña Histórico-Jurídica del Caso Angelelli
Dra. Silvia E. Marcotullio


Ex Juez de Cámara Penal


Este asunto judicial tuvo un azaroso trámite: Fue abierto tres veces: En la primera inmediatamente después del suceso, expte. 5090-6, fue cerrado por no resultar delito alguno, por el juez Rodolfo N. Vigo. En la segunda oportunidad se inició una causa por denuncia efectuada en el año 1983 (expte 23.350/86) intervinieron sucesivamente el juez Aldo Fermin Morales y la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba. Terminó con un sobreseimiento provisorio por haberse agotado la producción de pruebas sin resultados (20/4/90). La tercera: en el año 2010 se reabre la anterior y concluye con una condena a los imputados sobrevivientes Luciano Benjamín Menéndez y Luis Fernando Estrella, de fecha 5/7/14.


1) Primer proceso: El día 4 de agosto de 1976, regresando desde Chamical hacia La Rioja, siendo aproximadamente las 15 hs., a la altura del km. 1058 de la ruta nacional 38, cercanía de Punta de los Llanos se produce el accidente en que perdió la vida el obispo de La Rioja. Viajaba en una camioneta Fiat 125, acompañado por su vicario el entonces sacerdote Arturo Aído Pinto; éste resulto herido.


2) En el sumario labrado en forma inmediata, luego de medidas de prueba – autopsia, pericia accidentológica, fotos en el lugar del suceso, declaración confusa (como fueron las posteriores) de Pinto alegando pérdida de la memoria y estado de shock, se archivó la causa que en su momento se caratuló “Angelelli, Monseñor Enrique A. s/fallecimiento”, expte. 5090-6; no existiendo datos sobre la intervención de terceras personas.

martes, 19 de junio de 2018

Sobre el Comunicado de la CEA respecto de la Votación en Diputados a Favor del Aborto

Repudio al Aborto Clerical
Antonio Caponnetto


Extraordinario artículo de Don Antonio Caponnetto ante el más que penoso comunicado de la CEA respecto de la votación en Diputados de la Nación Argentina a favor de la Ley de Despenalización del Aborto.


Tras el resultado favorable al aborto en la Cámara de Diputados, el 14 de junio del corriente,  la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina junto con la Comisión Episcopal de Laicos y Familia (Celaf) emitió un comunicado. El mismo es un muestrario vergonzoso de insensateces y de cobardías, que los católicos verdaderos sólo podemos rechazar con desprecio.

-No podemos aceptar que se diga que lo que acaba de suceder nos causa “el dolor por el olvido y la exclusión de los inocentes”. El aborto no es un olvido o una exclusión. Es un asesinato vil y abyecto, tanto más si, como en este caso, cuenta con el patrocinio de los poderes políticos, subordinados a su vez al Poder Mundial. 

-No podemos aceptar que se nos proponga luchar “por la dignidad de toda vida humana”; porque el que con pertinacia y porfía niega el derecho a la vida a los inocentes y propone su exterminio, su mismo pecado lo vuelve indigno, mezquino y punible; tanto más si es una autoridad devenida en tiránica y propulsora de la violación descarada del Quinto Mandamiento. A esta clase de sujetos, que son verdaderas amenazas contra el bien común y caen en malicia suprema, no debe ofrecérseles amistad, enseña Santo Tomás, sino querella frontal y llegado el caso la muerte (Suma Teológica, II, IIae, q.25, art.6). Una cosa es luchar por la dignidad creatural del hombre, hecho a imago y simillitudo Dei; otra cosa es pecar contra la justicia, tratando al indigno como si no mereciera pugna, impugnación y castigo.

-No podemos aceptar que se insista en la suprema idiotez y complicidad manifiesta, de seguir “con el debate legislativo”. Se ha llegado a este extremo de corrupción de las leyes, de los principios y de las costumbres, precisamente por no tener la cordura y la valentía de impugnar a la democracia como la corrupción de la república y sistema inherentemente perverso. Lo que ha sucedido no es la agregación de “otro trauma, el aborto”, a los problemas que arrastra la mujer, y al cual habría que hallarle una solución prosiguiendo con el susodicho debate legislativo. El aborto no es un trauma; es un pecado mortal. Los que queden traumados por practicarlo tendrán la posibilidad de regenerar su salud psíquica o corpórea. Los niños descuartizados, ya no.

domingo, 10 de junio de 2018

La Insoportable Levedad del Bermudo...

Cara Dura
Antonio Caponnetto


Tomado del Portal amigo “Adelante la Fe”


Creánme o no tirios y troyanos, en la gélida noche argentina del 8 de junio, me he enterado de tres cosas que ignoraba. La primera que existe un amondongado sujeto llamado Alejandro Bermúdez; y que por cierto no debe ser confundido con su homónimo, el nadador colombiano, apodado precisamente el Flaco. La segunda, que el ente carnoso, entre otros menesteres ilustres, dirige un programa televisivo titulado “Cara a Cara”, sin que sepamos aún si su objeto propio versa sobre el lifting facial o el identikit. Y la tercera, que en la edición del mencionado programa con fecha 6 de junio de este 2018 (cfr.minuto 50 y ss de https://youtu.be/F9xoj0N3Sx8) , el célebre saín –que para abreviar llamaremos nomás Alejandro Bermúdez- se ha ocupado de mí, desbarrando de dislate en falacia y de mentira en canallada.

Viene a decir el Alejandrino –con ripios,¡ay! en la prosodia, la fonología y la sintaxis– que he “caído en el abismo antipapista y lefevbrista, que simplemente” me “hacen incompatible con un comentarista católico”. Que he “dejado de ser un comentarista católico”, por mi “antipapismo irracional y apocalíptico”; y que el “proceso sistemático de negación de la autoridad pontificia del Papa Francisco” me convierten en “herético”, pues eso “es negar la realidad del Espíritu Santo que gobierna a la Iglesia”.

Dá vergüenza ajena que este señor Bermudo hable de quien no conoce ni su vida ni su obra, ni su pensamiento ni su acción; y que movido por su obsecuencia a los altos mandos eclesiales que lo rentan, se arrogue el derecho a dividir las aguas de los ortodoxos y de los herejes,con un maniqueísmo que lo degrada,ridiculiza y abaja. Esto no sólo es “irracional” sino moralmente pecaminoso, penalmente injuriante e intelectualmente mendaz. Esto, para decirlo de una vez, es la zafaduría propia de un maleducado.

Dá mayor vergüenza que confunda el deber canónico de los fieles de señalar los yerros de sus pastores y aún el del Pontífice con el antipapismo, que es negación de la institución petrina. Precisamente el núcleo de la herejía luterana a la que Francisco ha rendido homenaje público  hasta la indecencia.

miércoles, 6 de junio de 2018

Uno de los pocos Obispos que habló contra el Aborto en Argentina

Una renuncia exprés
Mario Caponnetto


Tomado del Portal amigo “Adelante la Fe”.


A muy escasos días de haberla presentado, la Santa Sede aceptó la renuncia de Monseñor Héctor Aguer como Arzobispo de La Plata. Tanta celeridad es por completo inusual y asombra habida cuenta de que por lo general los molinos vaticanos muelen lentamente. Esta vez, en cambio, el trámite fue exprés. Se ve que alguno de los “vientos renovadores” que soplan en Roma aceleró esta vez las aspas de los viejos molinos.

Apenas unas pocas semanas antes de la fecha en que Aguer cumplía la edad canónica indicada para el retiro de los obispos, su ahora sucesor, Víctor Fernández (uno de los hombres de mayor confianza del Papa Francisco y reconocido como uno de sus teólogos de referencia) abandonaba -también sorpresivamente- su cargo de Rector de la Pontificia Universidad Católica Argentina. Es evidente, a la luz de lo que sucedió después, que aquella precipitada salida del rectorado de la primera universidad católica del país no tuvo otro sentido que posicionarlo a Fernández para asumir la diócesis ahora vacante. Es decir, la maniobra sucesoria estuvo perfectamente planeada y pergeñada con anticipación. Sólo restaba aguardar la fecha de la renuncia de Aguer. Sin embargo nada hacía prever semejante velocidad en el trámite.

Que todo el trámite del relevo se caracterizó por una inusual velocidad y premura lo atestiguan algunos detalles harto significativos. En efecto, sólo siete días después de presentar la renuncia, Monseñor Aguer fue citado por el Encargado de Negocios de la Nunciatura en Buenos Aires. Allí se le comunicó que cesaba en sus funciones a partir del momento mismo del anuncio público (que se hizo el sábado 2 de junio, día de la festividad externa de Corpus) y que uno de sus obispos auxiliares quedaría a cargo de la administración de la Diócesis hasta la toma de posesión del nuevo Arzobispo. En consecuencia, su salida efectiva se produciría inmediatamente después de la Misa de Corpus el mismo sábado 2 de junio en la que debía ser su despedida formal de la Arquidiócesis. Esto último se modificó a posteriori tras una entrevista que ambos arzobispos, el saliente y el entrante, mantuvieron en la Curia Platense y en la que se convino que el domingo 10 de junio Aguer se despedirá de su clero y de sus fieles en una misa celebrada en la catedral arquidiocesana.

Habida cuenta de que la toma de posesión del nuevo Arzobispo está fijada para el próximo 16 de junio es más que evidente que ni siquiera se le concedió a Aguer permanecer en el ejercicio del gobierno, y a la espera del sucesor, las dos escasas semanas que median entre el anuncio del nombramiento y la asunción del nuevo titular. En su lugar, el Papa designó Administrador apostólico “sede vacante” a unos de los auxiliares, Monseñor Alberto Bochatey, quien tendrá a su cargo gobernar la Arquidiócesis hasta la inminente asunción de Monseñor Fernández. En resumen está muy claro que Aguer debía ser alejado de su cargo sin demora; y así ocurrió.

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