Nuevos rumbos del Opus Dei
Cesáreo Marítimo
Tomado del blog amigo “Germinans Germinavit”
El nuevo Vicario General de la Prelatura del Opus Dei es argentino y amigo del papa Francisco. Supongo que se trata de alinear al Opus Dei con los nuevos tiempos de la Iglesia. Posiblemente el mismo Papa haya influido en este nombramiento. Y como en todo nombramiento en que se mueven instancias de poder, el nuevo Vicario General, monseñor Mariano Fazio, ha atraído sobre sí los focos de todo tipo de informativos. Y por supuesto se tira de hemeroteca para definir al personaje.
Se está dando estos días extensa circulación a un artículo que escribió monseñor Fazio en Clarín hace 3 años. El párrafo más llamativo de ese artículo, y el que ha levantado más comentarios, es el que sigue: “Vivimos días de búsqueda, en los que palabras como indignación, revuelta, manifestación, insatisfacción, poseen una especial resonancia. La sociedad de consumo no logra saciar al hombre, y los jóvenes lo denuncian. Ese es nuestro eclipse. Sin embargo, los hombres y las mujeres de hoy no renunciamos a los ideales grandes, queremos gritar con fuerza lo mismo que hace tantos años “¡Libertad, Igualdad, Fraternidad!”. No queremos ceder al cinismo o al conformismo”.
¿Tiene sentido poner en tela de juicio la idoneidad de este monseñor por haber escrito estas palabras? La lástima, una verdadera lástima, es que sí tiene sentido lamentar estas palabras de monseñor Fazio, porque son nada más y nada menos que el grito de guerra de la Ilustración contra la Iglesia. Y que un miembro destacado de la Iglesia al que se le ha destacado más aún como altísimo dirigente de la misma, utilice como santo y seña de su apostolado el grito de guerra contra la Iglesia, es ciertamente preocupante. Parece que últimamente a la Iglesia le están creciendo los enanos. ¿Qué hace un supuestamente respetable monseñor, abanderando la supuesta modernización de la Iglesia con el grito de guerra de sus más feroces enemigos?