Monseñor Burke denuncia el «catolicismo de cafetería» y la desobediencia al Magisterio
En una conferencia durante el Congreso Mundial de «Human Life International», el arzobispo Raymond Burke, Prefecto de la Signatura Apostólica, ha denunciado la desobediencia pública al Magisterio de la Iglesia de «quienes dicen ser católicos» en temas tan graves como la defensa de la vida humana y del matrimonio. «Cuando los pastores del rebaño son obedientes», entonces «los miembros del rebaño crecen en la fidelidad y el seguimiento de Cristo por el camino de la salvación».
(E.Pentin/Zenit/InfoCatólica).- El prefecto de la Signatura Apostólica comenzó su conferencia a los líderes pro-vida de 45 países, reunidos en Roma en el Congreso-Oración Mundial de la organización Human Life International, afirmando que la sociedad se encuentra en “un período de duro y crucial combate” por la promoción de una cultura de la vida, agravado por la tentación de relativizar la autoridad del Magisterio, contrastándolo “con su individualismo y búsqueda de sí mismo”.
Mons. Burke reclamó en primer lugar a los obispos que prediquen la ley moral natural, recordándoles que el Papa Benedicto XVI exhortó a los obispos “a ser conscientes de los retos de la hora presente y tener el coraje para hacerles frente”. Al destacar que el obispo, como principal maestro de la fe y la moral en su diócesis, tiene la especial “carga pesada y constante” de dar sana doctrina, el prelado hizo hincapié en que la obediencia al Magisterio es una virtud, que se obtiene “a través de la práctica” de tal obediencia.
El Prefecto, que también es miembro de la Congregación para los Obispos, resaltó que “tanto los obispos como los fieles” deben obedecer al Magisterio, que definió como la doctrina de Cristo tal como es transmitida por el sucesor de Pedro y los obispos en comunión con él. “Cuando los pastores del rebaño son obedientes al Magisterio”, entonces “los miembros del rebaño crecen en la fidelidad y el seguimiento de Cristo por el camino de la salvación”, dijo. “Si el pastor no es obediente, el rebaño es conducido fácilmente a la confusión y al error”. Citando al profeta Zacarías, dijo que el pastor puede ser “especialmente tentado” por Satanás, que sabe que “si puede paralizarle, tendrá más fácil su tarea de dispersar al rebaño”.