jueves, 31 de diciembre de 2020

¡Gracias Francisco, Conferencia Episcopal Argentina y ACIERA!

 

Su traición al pueblo provida de Argentina es una vergüenza mundial
Ernesto Domingo Álvarez


No nos sorprende. Francisco y Alberto Fernández son aliados. Quedó demostrado cuando Monseñor Marcelo Sánchez Soron[g]o les "organizó una Misa" y les dió la Sagrada Comunión al Presidente y su compañera transitoria en el Vaticano. Y a esta indigna alianza se plegó todo el Episcop[e]do argentino, salvo honrosas y pocas excepciones.

Los Obispos argentinos no movieron un dedo, como se evidenció en la concentración frente al Congreso Argentino el pasado 28 y 29 de diciembre: prácticamente no había "Curas Progres"; no estaban los "Curas Villeros"; no estaban los "Curas de la UCA" (apenas uno con el cartelito y unos pocos muchachos... a 200mts del escenario celeste). Por lo menos no se los vió. En fin, no había Curas "Rojos", ni Curas "Rosas" (que en nuestro país son legión). Sólo los que tienen sus atributos bien puestos, ¡a Dios gracias! que todavía quedan muchos.

El "olor a oveja" de estos pseudo-pastores Rojos y Rosas -y porqué no "Arcoiris"- ha trastocado en "olor a sangre de niños abortados": así huelen los multicolores traidores Jerarcas Católicos. Huelen a sangre inocente que clama a Dios desde la tierra. Y huelen también a cobardía. A pastoralismo. A setentismo. A apostasía.

Muchos de ellos, además de minimizar el crimen abominable del aborto, apoyan la contranatura fomentando la idea de que Dios acepta ese pecado nefando sin problemas y que pueden seguir ejerciéndolo sin remordimientos de conciencia. ¿Será para justificar sus propias conductas? Así está Argentina, de la mano de quien fuera durante muchísimos años Cardenal Arzobispo de Buenos Aires y actual Obispo de Roma. Pero claro: quienes somos nosotros para juzgar.

A propósito de esta situación recuerdo la frase de un gran Obispo Argentino -de los buenos que hay-, pero del que no diré su nombre por razones obvias: "Argentina es una cloaca a cielo abierto". Y por estos días, parece que el Vaticano también.

Los que estuvimos en las Concentraciones -y que por supuesto somos acusados de fachos, derechistas, cavernícolas, etc., por defender al Niño por Nacer- nos cansamos de escuchar el reclamo que hacían los Católicos allí presentes respecto de la "desaparición" de sus Pastores. Mucha bronca con ellos, que en vez de acompañar a las ovejas y defenderlas permanecen muy cómodos recibiendo subsidios del gobierno kirchnerista. Así de hipócritas son: defienden la separación de la Iglesia y el Estado, pero ellos viven de los subsidios que el gobierno Genocida de Alberto Fernández reparte a través de sus "punteros" eclesiásticos.

Por supuesto que el Nuevo Orden Mundial ha ganado esta batalla. Argentina a legalizado el Aborto. Y lo ha hecho con la complicidad de la política (la derecha peronista ¿dónde estaba?) y la religión (Conferencia Episcopal Argentina y ACIERA - Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina). Pero no ha ganado la guerra. Ni la ganará. 

No es tiempo de bajar los brazos. Es tiempo de redoblar la apuesta. "Si hay aborto hay guerra" gritaban muchos jóvenes argentinos, a pesar de que el escenario celeste -manejado por ACIERA- se pobló de alienados "artistas" que parecían estar animando una fiestita (también lo hacían los de "Frente Joven" con karaoke y bailando) mientras paradójicamente dentro del Senado, a pocos metros de ese indolente escenario, se decidía asesinar a los argentinos por nacer.

La guerra se ha declarado con esta legalización. El gobierno kirchnerista a agredido violentamente a los argentinos de bien promoviendo el genocidio de los niños por nacer. Es la hora de tomar el puesto que nos corresponda en el frente de batalla. Con los Obispos a la cabeza o con la cabeza de los Obispos. No es tiempo para tibios.

Hay aborto. Por eso hay guerra. Deus Vult!





5 comentarios:

  1. la guerra a muerte la declararon los "Albertontos" , con su corte de mercenarios(además mal pagos para los dineros robado.El que a hierro mata(aunque sea tijera,bisturí,pinza) a hierro muere.Pero aún peor debe ser el castigo a los traidores: por algo el Dante colocaba a éstos en el mas bajo círculo del infierno.

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  2. Maravilloso artículo !! Se vaesy a la batalla porque 2020 fue el año del fin de las máscaras y grises sobre todo desde el Vaticano las cartas están echadas y seguramente seguirá fuerte en este año Cristo vence !!

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  3. Excelente artículo. Y la guerra hay que empezarla contra los mismos obispos. Que si hubieran sacado a todos a la calle, excomulgado (y advertido las consecuencias de la excomunión), hablado como guerreros y mártires, el aborto no se habría aprobado. Que renuncie todo el episcopado argentino. Y gritárselo a cada obispo con el que nos crucemos. Que no puedan salir a la calle. Escrache total y continuo. Que no puedan ir a visitar ni la más escondida capilla. Que la Paz que no tienen en sus almas, se concrete en "sin paz" terrena. Ni un peso más.

    Alfonso Jesús Vivar

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  4. Excelente artículo!! Refleja el sentir indignado de muchos católicos providas que nos sentimos defraudados, burlados y traicionados por nuestros pastores.M e parece muy bueno eso de que es tiempo de tomar nuestros puestos en el campo de batalla, creo que es hora de comprometernos concretamente con la acción.
    Es tiempo, también, de ser astutos y de separar "el trigo de la cizaña", me refiero a la "cizaña" provida, esa que con apariencia buena termina siendo engañosa y entregando la causa.

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  5. Muy real y lamentable. Pero la cizaña no se podrá separar hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo.

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