Ernesto Domingo Álvarez
Son las preguntas que vienen a nuestra mente al leer las noticias de estos días. Aunque dolorosamente advirtamos que estas preguntas reflejan de algún modo una situación muy extendida en la Iglesia y que el mismo Papa Francisco se encarga de fomentar.
El Papa Francisco afirmó en una entrevista reciente, recogida en un Documental y refieriéndose a las parejas contranatura, que “Lo que tenemos que hacer es una ley de convivencia civil. Tienen derecho a estar cubiertos legalmente”. “Yo defendí eso”. El Papa respalda así las uniones civiles de parejas homosexuales (Me pregunto qué dirán ahora los movimientos de Iglesia que dicen “defender la familia” para justificar lo injustificable).
Pero volvamos al Papa Francisco: ¿a qué se refiere con “yo defendí eso”? A la época en que era Cardenal Arzobispo de Buenos Aires. Y esto lo confirma el lenguaraz mayor de Bergoglio en Argentina, Víctor Manuel Fernández. “Lo que ha dicho el Papa sobre este tema es lo que sostenía también cuando era el Arzobispo de Buenos Aires”, escribe el inefable Tucho en su página de Facebook según información periodística [ver aquí: https://www.infobae.com/opinion/2020/10/21/bergoglio-siempre-tuvo-esta-opinion/].
¡Ah sí!, me imagino que ahí saldrán los desmentidores seriales de Francisco, diciendo que no dijo lo que dijo. Que no se entiende bien lo que quiso decir. Que es tergiversado. Pero la historia se repetirá una vez más. Recuerden: al final quedará lo que dijo. ¡Como siempre!
En Argentina conocemos muy bien a Francisco. Cuando se aprobó en nuestro país la “ley de matrimonio igualitario” Bergoglio estaba a favor de ella. Y prohibió a los sacerdotes y obispos apoyar las marchas que se hicieron en esa época. Era el año 2010. No hubo “acompañamiento pastoral” de parte de quien dice que somos “todos hermanos” y que hay que tener siempre “misericordia con todos". Más bien lo contrario. Se encargó de desmantelar, muy solapadamente, cualquier disidencia que brotara de la Iglesia Católica.
Tiempo después de la aprobación de la ley, hizo publicar en el Boletín Oficial de la Arquidiócesis de Buenos Aires una “Carta a las Monjas Carmelitas” [ver aquí: http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1350643ffae.html?sp=y] donde hablaba del “matrimonio igualitario” como “una movida del diablo”. Pero si esa era realmente su postura ¿por qué no la hizo pública antes de la aprobación de la ley? ¿Por qué prohibió a los sacerdotes que acompañaran a los católicos que se movilizaron desde diversos puntos del país para frenar esa “movida”? Fue un sacerdote amigo quien me lo clarificó: “lo hace para cubrirse ante Roma”. Claro: en ese momento reinaba Benedicto XVI.
Pero esas son historias del pasado. Veamos las noticias de hoy y también “bajemos” a la realidad de la Iglesia que peregrina en Argentina. Una Iglesia hipercontrolada por el Papa Francisco. Recordemos que aún la Agencia Informativa AICA –la agencia de noticias católicas de Argentina- no publica nada sin que lo apruebe su Argentinidad Jorge Mario.
Les propongo ahora un ejercicio. Utilicemos la imaginación: ¿Qué pasaría si un católico fomenta las uniones homosexuales y quiere barnizarlas como “voluntad de Dios”? ¿Estaría bien hacerlo? ¿O estaría mal porque va contra la enseñanza de la Iglesia? ¿El Papa Francisco haría algo para corregirlo? “Por supuesto”, dirán los Papólatras Francisquistas. “A no dudarlo. Él no es gay-friendly, como algunos malintencionados quieren hacer creer”.
Utilicemos nuevamente la imaginación: ¿y si el que fomenta estas uniones contranatura, además de católico, es un Consagrado? Y no cualquier Consagrado, sino un Obispo de la Iglesia Católica. ¿El Papa haría algo para corregir tamaño error?
Y si además el escándalo es internacional. ¿Haría algo? Vayamos a los hechos.
Fíjense que hace unos días leímos en el portal “InfoCatólica” de España que “Mar del Plata ofrece el testimonio de un homosexual que asegura que Dios le ayuda a construir su vida de pareja” [puede ver la disparatada noticia aquí: https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=38772].
Cuando leímos el artículo en cuestión, el video ya había sido retirado de YouTube, así que nos quedamos con las ganas. Pero ¡oh sorpresa! fue subido nuevamente en otro “enlace”. ¿Habrán recibido algún apoyo de las altas esferas eclesiásticas para republicarlo?
Pues aquí les dejo entonces –para quienes no habían podido verlo– el testimonio de “Gabo”, fomentado por el Movimiento Juvenil Diocesano de Mar del Plata, con el visto bueno de su Obispo Gabriel Mestre. Pues de otra manera no podría estar subido en el canal oficial de ese movimiento diocesano.
Aclaremos que este video “testimonial” fue concebido para que lo vean como un “testimonio lgbt” en un encuentro diocesano llamado “Invasión de Pueblos” destinado a jóvenes mayores de 14 años.
¿Esto no será perversión de menores?
¿Esto es la Iglesia? ¿O es Sodoma?
Si el Papa Francisco no detiene esto: ¿de qué lado está Francisco?
Recordemos el “Catecismo de la Iglesia Católica” promulgado por san Juan Pablo II, que en su numeral 2357 afirma: “La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado. Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves (cf Gn 19, 1-29; Rm 1, 24-27; 1 Co 6, 10; 1 Tm 1, 10), la Tradición ha declarado siempre que «los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados» (Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 8). Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso”.
Yapa
Hoy es viernes. Día penitencial. Les dejo una tarea más.
Escuche los disparates de esta señorita, también de aquella lejana diócesis, “estudiante de teología” para más datos, que les dejo a continuación:
¿Esto es la Iglesia? ¿O es Sodoma?
Comentario de ST:
Si quiere saber más sobre el avance de la falsa iglesia dentro del Catolicismo lea el artículo del P. Dariusz Oko "Con el Papa contra la Homoherejía"
Apéndice:
San Agustín de Hipona (354-430): «Los delitos que van contra la naturaleza, por ejemplo los cometidos por sodomitas, deben ser condenados y castigados en todas partes y siempre. Incluso si todos los hombres los cometen, todos estarían involucrados en la misma condenación divina: de hecho, Dios no creó a los hombres para que cometieran tal abuso de sí mismos. Cuando, movido por una pasión perversa, la misma naturaleza que Dios creó es profanada, es la misma unión que debe existir entre Dios y nosotros la que se viola».
San Pedro Damiani (1007-1072) en su Liber Gomorranus: «Este vicio no debe ser considerado en modo alguno como un vicio ordinario, porque supera a todos los demás por gravedad. De hecho, mata el cuerpo, arruina el alma, contamina la carne, apaga la luz del intelecto, expulsa al Espíritu Santo del templo del alma».
San Bernardino de Siena (1380-1444): «No hay pecado en el mundo que el alma contenga más que el de la maldita sodomía; cuyo pecado siempre ha sido detestado por todos los que han vivido según Dios, (…) La pasión por las formas indebidas está cerca de la locura; este vicio trastorna el intelecto, quebranta el alma alta y generosa, arrastra de los grandes pensamientos a los más bajos, torna pusilánime, colérico, obstinado y endurecido, servilmente insulso e incapaz de todo; además, estando el alma agitada por un deseo insaciable de gozar, no sigue la razón sino la furia».
No hay comentarios:
Publicar un comentario