Blasfemia en Argentina
Ernesto Domingo Álvarez
Hace unos días, en la marcha por el “Día Internacional de la Mujer” (International Women´s Day), sucedieron hechos blasfemos, insólitos y vergonzosos en Argentina para la mayoría de sus habitantes... Y decimos inequívocamente “blasfemos” porque la “blasfemia” es “una palabra oral o escrita, o gestos injuriosos, contra Dios, la Virgen o los santos”.
Volvamos ahora a los hechos. Una joven Psicóloga (sic!) junto a otras jóvenes feministas, frente a la Iglesia Catedral de la ciudad de Tucumán, representaron “teatralmente”, con abundante pintura roja para simular un sangrado, a la Santísima Virgen María “abortando la sociedad heteropatriarcal”. (ver la foto que ilustra esta artículo).
La “Psicóloga” en cuestión se llama María Verónica Breslin, es de origen judío, y se hace llamar “Pepena”. Es –o habría sido hasta el pasado mes de enero, eso no está claro aún– empleada de la “Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia”, un organismo público de Tucumán. Curiosamente, la singular “actriz” hace unos días eliminó su perfil de Facebook…
Después de ver tamaña blasfemia nos preguntamos… ¿No es esto pasar un límite muy delicado que no debería permitirse? Después de tamaña falta de respeto a la Fe de millones de Católicos en Argentina ¿No debería tener prohibido ejercer la Profesión? ¿No sería legítimo procesarla y aplicarle algún castigo punitivo?
Uno de los grupos que festejó claramente la “ocurrencia” frente a la Catedral de Tucumán son los de Socorro Rosa Tucumán… Sus principios son: “Aborto libre, seguro y gratuito… Nada es demasiado cuando se trata de conquistar derechos. La violencia es institucional. La lucha es callejera” (ver: https://www.facebook.com/Socorro-Rosa-Tucuman-1778060915753381/). Nada sorprendente en aquellos que se atreven a orientar vía internet sobre cómo hacer un aborto con pastillas: http://socorristasenred.org/. Allí figuran descaradamente hasta los teléfonos de estas oscuras y macabras “socorristas”, verdaderas mensajeras de la muerte.
Por otra parte, los del Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y Racismo (INADI), brazo inquisitorial del homosexualismo político que sólo persigue a ciudadanos católicos o de buena voluntad que sostienen la validez del orden natural, hasta ahora no han dicho una palabra a pesar de que casi sesenta mil ciudadanos han firmado ya una petición dirigida a José Ramiro Granado, delegado del INADI en Tucumán, solicitando que “investigue los hechos y los sancione, para que la discriminación y el odio por razón de fe no quiebre la convivencia pacífica de la Argentina” (ver aquí: http://www.citizengo.org/es-mx/42081-que-se-investiguen-hechos-tucuman-y-se-sancionen).
Mons. Zecca, Arzobispo de Tucumán, escribió un comunicado… flojito… aunque al menos es algo. Apoyó esta misiva Mons. Martínez Perea, Obispo de San Luis… Y no hay más para aportar desde la Jerarquía Católica. Porque en Argentina, hace mucho tiempo que gobiernan la Conferencia Episcopal los camaleónicos “bergoglianos” que buscan, algunos por convicción y otros por rastrera conveniencia, establecer humillantes componendas con el mundo a cambio de… cof, cof.
Y esto a pesar que el “circunstancial empleado” promovido por la mafia de Saint Gall (ver: http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=24945), dijo alguna vez que “si alguien insulta a mi madre, le daría un puñetazo” (ver: http://www.eltribuno.info/salta/nota/2015-1-16-9-32-0-francisco-si-alguien-insulta-a-mi-madre-le-daria-un-punetazo). Así y todo no han dicho nada. Nada de nada. Sus más acérrimos defensores locales, francisquistas confesos si los hay… han quedado, ante los católicos comunes y de a pie en nuestro país, muy fuera del cuadro por su canallesca y vergonzante mudez.
Por supuesto, contrapesando esto, cada vez que se levanta alguna crítica contra el “príncipe renancentista” que gobierna desde la ciudad de las siete colinas… los francisquistas vernáculos se rasgan las vestiduras… (ver: http://caminante-wanderer.blogspot.com.ar/2017/03/cuando-pase-el-vendaval.html). Alardean un sobreactuado “celo” para defender al “gran demoledor primordial” –que parece “intocable”–, pero se hacen los distraídos ante hechos gravísimos como el que estamos comentando y que serían merecedores de una actitud más viril…
Pasados ya unos días de este descarado y blasfemo insulto a la Madre de Dios por parte de las histéricas feministas (que se pueden ver en la foto que ilustra este párrafo)… volvemos nuestra mirada a estos “celosos” Pastores para encontrarnos con que… ni una sola palabra han gastado para defender la honra de Nuestra Señora. Tampoco a dicho nada el Obispo de Roma... contrariando sus propias declaraciones...
Sólo aquellos cuyas cabezas fueron exitosamente “formateadas” en el modernismo puro y duro –aún en aquellos grupos o movimientos con careta de “católicos” y “patrióticos”– podrán negar lo que está pasando, cerrando así sus ojos y corazones a la triste realidad que se despliega ante sus anestesiadas existencias.
Pero, tal como prometió el Señor... si ellos no lo hacen: ¡hablarán las piedras!
¡Que así sea!
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