sábado, 4 de septiembre de 2021

Dannebohm: El pontificado de Francisco es el Catecismo de la hipocresía

El pontificado de Francisco es el Catecismo de la hipocresía
Jeremy Basil Dannebohn


Nota del editor: OnePeterFive publica el siguiente comentario, escrito en el espíritu de Erasmo, cuya crítica socarrona al papado del Renacimiento fue fundamental para provocar una reforma largamente postergada y negada en la Iglesia. Algunos autores católicos lo condenan por sus acerbos ataques, mientras que otros reconocen que al provocar en sus contemporáneos una justa indignación ante la corrupción eclesiástica, se obtuvo finalmente una respuesta necesaria de los eclesiásticos. Decir la verdad por el bien de la fe es un acto de caridad, sin embargo, hay veces que la verdad puede, per accidens, ser causa de que otros cometan pecados de impiedad contra los superiores, pero esto no es culpa de la verdad, sino de reaccionar ante ella o de actuar en forma equivocada. Más bien, cuando nos damos cuenta de la profundidad de nuestras dificultades debemos sentirnos impulsados a clamar al Señor por la liberación y la salvación. Perdonamos a nuestros enemigos y rezamos por nuestros perseguidores, sin dejar de reconocer que son enemigos y perseguidores en tanto y en cuanto se resistan a la verdad.


Durante su audiencia general del 25 de agosto, el papa Francisco habló de cómo el comportamiento hipócrita daña la unidad de la Iglesia.

“La hipocresía en la Iglesia es particularmente detestable, y por desgracia hay hipocresía en la Iglesia, y hay muchos cristianos y ministros hipócritas”, dijo el obispo de Roma.

El pontífice continuó diciendo: “Y no tengamos miedo de ser sinceros, de decir la verdad, de escuchar la verdad, de conformarnos a la verdad, para poder amar. Un hipócrita no sabe amar. Actuar de otro modo significa poner en peligro la unidad de la Iglesia, esa unidad por la que el Señor mismo rezó”.

Cuando se trata de predicar sobre el tema de la hipocresía, el papa Francisco debería ser considerado un sabio.

Hipócrita es un sucesor de San Pedro que desprecia la Sagrada Escritura.

Respecto a los Diez Mandamientos, el papa Francisco dijo: “Los observo, pero no como absolutos”.

El moderno Catecismo de la Iglesia Católica (CIC, n. 2056) afirma que los Diez Mandamientos los escribió Dios “con su Dedo” y continúa diciendo: “Constituyen palabras de Dios en un sentido eminente”.

Aparentemente, al pontífice no le importa mucho el Catecismo. Parece que abraza la teoría protestante de que mientras hayas aceptado a Jesús como tu Señor y Salvador “personal” estarás bien.

La hipocresía es el completo desprecio del Santo Padre por la presencia y poder de la Sagrada Eucaristía.

El moderno Catecismo de la Iglesia Católica (nn. 1324-1327) afirma que la Eucaristía es “fuente y culmen de toda la vida cristiana”. Pero durante el apogeo de una pandemia mundial, cuando los fieles necesitaban urgentemente la presencia sanadora del Médico Divino en la Eucaristía, el obispo de Roma sugirió que se suspendieran las Misas y se cerraran las capillas de adoración.

Santa Clara defendió su convento de un ataque sosteniendo un copón, pero cuando se enfrentó a una pandemia, el Papa [Francisco] se retiró a la auto cuarentena.

Hipócrita es un Papa que alienta la vacunación sin tener en cuenta a los no nacidos, mientras desalienta las exenciones religiosas.

El Santo Padre llegó a declarar que “es moralmente aceptable que los católicos reciban las vacunas COVID-19, incluidas las basadas en investigaciones que utilizaron células derivadas de fetos abortados”.

Agregando sal a la herida, mientras muchos fieles se veían privados de la Vigilia Pascual debido a la paranoia pandémica del pontífice, el papa Francisco utilizó el Sábado Santo para dar la bienvenida a un autobús lleno de los llamados “transexuales” al Vaticano para recibir la vacuna COVID-19. En sus propias palabras, “las vacunas son seguras, eficaces y un acto de amor”.

Hipocresía es aceptar la homosexualidad como un comportamiento mentalmente sano, mientras sugiere que los seminaristas que abrazan la tradición (a la que se refiere como “rigidez”) son inestables.

“Si aceptan al Señor y tienen buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlos?”, dijo el Papa sobre los homosexuales.

Ese mismo pastor inclusivo y cariñoso ha tenido sentimientos muy diferentes respecto a los seminaristas tradicionales.

“Cuando encuentro a un seminarista o a un joven sacerdote rígidos, digo ‘a éste le pasa algo malo por dentro’. Detrás de toda rigidez hay un problema grave, porque la rigidez carece de humanidad”.

Hipócrita es un pastor que planea viajar a Escocia para una cumbre medioambiental, pero debido a su agitada agenda no puede ofrecer ni siquiera una Misa pública para el rebaño.

El 1 de noviembre, cuando la Iglesia conmemora el Día de Todos los Santos, el Santo Padre no podrá ofrecer el Santo Sacrificio de la Misa para los escoceses. Estará demasiado ocupado codeándose con John Kerry, el príncipe Carlos, Greta Thunberg y otros individuos identificados por las Naciones Unidas como “líderes mundiales”.

La hipocresía es un pontífice que se preocupa más por la Madre Tierra que por la Madre Iglesia.

Como si profanar los Jardines Vaticanos con una ceremonia pagana de la Pachamama no fuera suficientemente ofensivo, el papa Bergoglio no hizo ningún esfuerzo por ocultar que es más pagano que pontificio.

Mientras se prepara para consultar a Greta Thunberg en Escocia, es importante recordar que el Papa recibió en el Vaticano a Chelsea Clinton, Deepak Chopra, Cindy Crawford, Anthony Fauci y Jane Goodall como oradores principales para una conferencia sobre “la exploración de la mente, el cuerpo y el alma”.

Su Santidad “abraza-árboles” ha llegado a sugerir que el brote del coronavirus puede haber sido una de las “respuestas de la naturaleza” a la gente de todo el mundo que ignora las duras consecuencias del cambio climático.

Mientras que el papa Francisco promueve una doctrina pagana según la cual el Covid fue la forma en que la Tierra exigía expiación, monseñor Nicola Bux ofrece una observación más católica, que debería llevar al pontífice romano a hacer un examen de conciencia. El ex consejero de la Congregación para la Doctrina de la Fe sugirió que los pecados de la Iglesia y los pecados del mundo pueden haber sido un sutil empujón de Dios para la expiación. Bux invocó las palabras del Génesis, diciendo que los pecados actuales de la humanidad “claman al Cielo por venganza”.

Durante un discurso en la Pontificia Universidad Católica de Ecuador, el Papa dijo: “Una cosa es cierta: no podemos seguir dando la espalda a la realidad, a nuestros hermanos y hermanas, a la Madre Tierra”.

En realidad, el Santo Padre dio la espalda a muchos de nuestros hermanos y hermanas. En su reciente Motu Proprio Traditionis Custodes, el Papa dio la espalda a los católicos que abrazan la Misa tradicional.

Basándose en las palabras y los hechos que ha exhibido durante su pontificado y culminando con Traditionis Custodes, el papa Francisco ha dicho esencialmente: las vacunas importan, la tierra importa, los líderes de la ONU importan, los homosexuales importan, las agendas globalistas importan, el diálogo interreligioso importa. Sin embargo, los católicos “rígidos” que abrazan la tradición no importan.

Durante su audiencia general del 25 de agosto, el Santo Padre dijo que un hipócrita no sabe amar y daña la unidad de la Iglesia.

Él debería saberlo.

El papa Bergoglio es el autor del Catecismo de la hipocresía.


 

 


Esta versión es la traducción del artículo publicado en inglés en el sitio web One Peter Five

Traducción al español por José Arturo Quarracino, ublicada en el sitio web Stilum Curiae del Italiano Marco Tosatti




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Comentario de ST:
En Argentina no olvidamos que Bergoglio no movió un dedo contra la legalización del "putinomio" ni contra la legalización del aborto. 
Que apoyó siempre a los zurdos-progresistas-modernistas. 
Que a los curas a favor de los degenerados LGBT los ordenó Obispos. Y esos Obispos fomentan la homosexualidad en sus Diócesis (y parece que algunos de ellos son homosexuales y tienen pareja).
Que además él mismo se rodeó de homosexuales -muchos "canonistas", laicos y clérigos-... (igual que ahora en Santa Marta), y los utiliza y manipula a gusto...
Que no defiende la Fe Católica y más bien ataca a los que la defienden.
Que relativiza los mandamientos y la eucaristía.
Y que lamentablemente, aunque nos duela: él es un gran luterano, luteranizándonos (en el mejor de los casos).
Por ahora lo dejamos ahí...

 


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