¡Señor! Date prisa en Socorrernos...
El vaticanista Antonio Socci comenta acertadamente: “la exhortación apostólica [del Papa Francisco, Amoris Laetitia,] es un gesto claro de desafío a dos mil años de magisterio católico. Y en los ambientes católicos (traumatizados) domina un silencioso desconcierto”.
Psicológicamente surge el desconcierto en el alma humana, delante de ciertas aberraciones extremadamente escandalosas, y provocan el silencio de los justos: Jesús calló delante de Caifás, porque no tenía sentido comentar las insensateces del Sumo Sacerdote, legítimo heredero de Aarón, pero prevaricador: “Jesus autem tacebat” (Mt 26, 63).
Socci reporta también el comentario de un periodista “bergogliano”: “Francisco cierra las cuentas con el Concilio de Trento” (¡sic!).
Y comenta: “Ningún papa tiene el poder de renegar la Ley de Dios y el Magisterio constante de la Iglesia. En realidad, Bergoglio, con su documento, cierra también las cuentas con el Evangelio. Porque las palabras de Jesús sobre la indisolubilidad del matrimonio son clarísimas”.
E irónicamente, publica la foto de Enrique VIII, el inmoralísimo, adultero y concubinario fundador de los “hermanos separados” anglicanos, con un rodapié inspirado en la pastoral propuesta por “Amoris laetitia”: “Después de un itinerario de acompañamiento y de discernimiento, su párroco le ha dicho que puede continuar su historia con Ana Bolena”.
Es la consecuencia linear de las normas indicadas por “Amoris laetitia”: Enrique VIII tenía razón, y el mártir S. Tomás Moro fue un idiota que se dejó matar por una “pervivencia indiscriminada de formas y modelos del pasado” (AL32) .
Francisco enseña el error y promueve la confusión. No tiene derecho a ser reconocido como Papa ni menos obedecido. Hay que resistirlo y, como enseña Santo Tomás, dado que el bien afectado es la Fe, la resistencia y la reprensión han de ser públicas.
ResponderEliminarMario Caponnetto
Ufffff hoy leí que Amoris Laetitia es una copia -al menos en el peor de sus capítulos, el VIII- de dos artículos del "Tucho", o sea, el besuqueiro Víctor Manuel Fernández... Cuánto disparate junto!
ResponderEliminarRoger
ResponderEliminar¡¡¡ODIAN TRENTO!!!!!!!!!
http://panoramacatolico.info/sites/panoramacatolico.info/files/El%20Ordo%20Divino%20de%20Cranmer.pdf
La destrucción del Catolicismo
a través del cambio litúrgico
MICHAEL DAVIES