Libertad religiosa ¿La Iglesia estaba en lo correcto también cuando la condenaba?
Sandro Magister
En el debate sobre el Concilio Vaticano II interviene el teólogo benedictino Basile Valuet. Contra los tradicionalistas Gherardini y de Mattei. Pero también contra el "ratzingeriano" Rhonheimer.
ROMA, 26 de mayo del 2011.– La instrucción "Universæ Ecclesiæ" del pasado 30 de abril, fiesta de san Pío V, no ha aplacado el enfrentamiento entre los más ardorosos defensores de la misa en rito antiguo y en rito moderno, tentados unos y otros de considerar válido y legítimo solamente el propio rito.
Pero el enfrentamiento es más amplio. Atañe el criterio general con el que el actual pontífice quiere guiar la Iglesia fuera de la actual crisis.
Es el criterio de la "reforma en continuidad" afirmado por Benedicto XVI en el memorable discurso a la curia romana del 22 de diciembre del 2005, sobre la interpretación del Concilio Vaticano II.
En estas últimas semanas, www.chiesa ha dado voz a una discusión muy viva sobre la acogida o no a este criterio. Una discusión nacida de la "desilusión" de algunos pensadores tradicionalistas por el modo como Benedicto XVI insiste en defender en bloque el Concilio Vaticano II, que a juicio de ellos debería ser corregido allí donde ha "roto" con la Tradición de la Iglesia.
A continuación hay una nueva intervención en la discusión. Es del padre Basile Valuet, teólogo benedictino de la abadía de Le Barroux, en Francia, entre la Provenza y los Alpes.
Valuet critica a dos tradicionalistas de primera línea "desilusionados": el teólogo Brunero Gherardini y el historiador Roberto de Mattei.
Pero critica también al filósofo Martin Rhonheimer, según el cual la hermenéutica ratzingeriana de la "reforma en continuidad" explica perfectamente no sólo el Concilio en conjunto, sino también lo que ha sido quizá su vuelco más notorio: la afirmación de la libertad religiosa hecha por la "Dignitatis humanae", en evidente contraste con la enseñanza de los Papas anteriores pero no por esto desligada de la Tradición de la Iglesia, más aún, en sólido acuerdo con el "patrimonio profundo" de la Tradición misma.
Valuet no está de acuerdo con esta interpretación. A su juicio, no hay contraste sino continuidad entre la enseñanza del Vaticano II sobre la libertad religiosa y la anterior condena de la misma hecha por Pío IX y por otros Papas. Y lo explica.
O mejor dicho, lo vuelve a explicar, sintetizando en pocas frases los seis monumentales volúmenes que ha publicado precisamente sobre dicho tema.
Antes de dar la palabra a Valuet, es útil releer las críticas de Rhonheimer a las tesis "concordistas" del teólogo benedictino y de otros dos autores: el filósofo alemán Robert Speamann y el teólogo francés Bertrand de Margerie.
Este pasaje de Rhonheimer ha sido extraído de un artículo suyo aparecido en "Nova et Vetera" en el 2010 que fue relanzado por www.chiesa el pasado 28 de abril, seguido de un amplio apéndice.
La armonización que Rhonheimer considera equivocada - en las primeras palabras del pasaje que reproducimos aquí - es aquella entre la afirmación de la libertad religiosa hecha por el Vaticano II y su condena por obra de los Papas anteriores. Entre una y otra, escribe, "no hay punto en común, ni continuidad".