miércoles, 30 de septiembre de 2009

Solidez de familias cristianas para responder a relativismo - Benedicto XVI

Solidez de familias cristianas para responder a relativismo
Benedicto XVI


VATICANO, 25 Sep. 09 (ACI).- Al recibir esta mañana a los prelados de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil del sector nordeste 1-4, el Papa Benedicto XVI exhortó a trabajar por la solidez de las familias cristianas, basadas en el matrimonio entre un hombre y una mujer, y que se constituyan en respuesta viviente ante las seducciones del relativismo.

En su discurso, el Santo Padre señaló que los informes de los prelados tocaban con insistencia la cuestión del "asedio que sufre la familia" y subrayó que "a pesar de todas las influencias negativas" el pueblo de la región nordeste de Brasil "continua abierto al Evangelio de la vida".

La Iglesia "no se cansa de enseñar que la familia tiene su fundamento en el matrimonio y en el plan de Dios", pero "en el mundo secularizado impera la incertidumbre más profunda al respecto, especialmente desde que la sociedades occidentales legalizaron el divorcio. El único fundamento reconocido parece ser la subjetividad individual que se manifiesta en la voluntad de convivir", continuó.

Benedicto XVI afirmó luego que "en esta situación disminuye el número de matrimonios porque nadie quiere comprometer su vida sobre premisas tan frágiles e inconstantes, se multiplican las uniones de hecho y aumentan los divorcios. Sobre esta fragilidad se consuma el drama de tantos niños privados del apoyo de los padres, víctimas del malestar y el abandono y se expande el desorden social".

"La Iglesia no puede permanecer indiferente ante la separación y el divorcio de los cónyuges, ante la ruina de los hogares y las repercusiones del divorcio en los hijos que, para su instrucción y educación, necesitan referencias extremamente precisas y concretas, es decir de padres determinados y seguros que participan de forma diversa en su educación".

"Este es el principio –prosiguió Benedicto XVI– que la práctica del divorcio está socavando y comprometiendo con la denominada familia alargada y móvil, que multiplica los 'padres' y las 'madres' y hace que hoy la mayoría de los que se sienten huérfanos no sean hijos sin padres, sino hijos que tienen padres en demasía".

Esta situación, añadió, "con sus inevitables interferencias y cruce de relaciones no puede dejar de generar conflictos y confusiones internas, contribuyendo a crear en los hijos una tipología alterada de familia, asimilable de algún modo a la convivencia, a causa de su precariedad".

El Papa subrayó luego que "la Iglesia está firmemente convencida de que la verdadera solución de los problemas actuales que encuentran los casados y que debilitan su unión es el regreso a la solidez de la familia cristiana, lugar de confianza mutua, de don recíproco, de respeto de la libertad y de educación para la vida social".

"Con toda la comprensión que la Iglesia siente frente a algunas situaciones, los casados de segunda unión no son como los de la primera: aquella es una situación irregular y peligrosa que es necesario resolver, en fidelidad a Cristo, encontrando con la ayuda del sacerdote un camino posible para poner a salvo a cuantos están involucrados".

El Papa invitó a los prelados a animar a sus sacerdotes y a los centros pastorales "a acompañar a las familias para que no se dejen seducir por los estilos de vida relativistas que promueven algunas producciones cinematográficas y televisivas y otros medios de comunicación".

"Tengo confianza en el testimonio de los hogares que sacan energías del sacramento del matrimonio para superar las pruebas. A partir de familias como esas se debe restablecer el tejido de la sociedad", concluyó.


jueves, 24 de septiembre de 2009

Modo más respetuoso de comulgar es de rodillas y en la boca - Cardenal Juan Luis Cipriani

Modo más respetuoso de comulgar es de rodillas y en la boca
Cardenal Juan Luis Cipriani


LIMA, 21 Sep. 09 (ACI).- En la homilía de la Misa dominical que presidió en la Catedral de la ciudad, el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, señaló que "el modo más respetuoso de recibir la Eucaristía es de rodillas y en la boca. Hay que recuperar el respeto y reverencia que merece la Eucaristía, porque el amor a Jesús es el centro de nuestra vida cristiana, te juegas el alma".

En su homilía, el Purpurado explicó que este modo de comulgar es el más solemne y recomendado, por lo que los fieles que participaron de la Misa recibieron la comunión con estas indicaciones, explica la nota del Arzobispado de Lima.

El Cardenal animó también a los fieles a contemplar a Cristo Eucaristía en las más de 70 capillas de Adoración al Santísimo que se han construido en la Arquidiócesis de Lima, promovidas con ocasión del Año de la Eucaristía y la Misión Continental, convirtiendo así a la capital del Perú en una "ciudad Eucarística".

"Lima es una ciudad Eucarística con más de 70 capillas de Adoración al Santísimo, lugar donde está expuesto el Señor y al que tu puedes saludar, porque él te escucha y te ayuda. Hay que adorarlo y dejar que tu corazón se llene de gozo y de la belleza de su sabiduría", mencionó.

Paz entre Perú y Chile

De otro lado y en su programa radial sabatino "Diálogos de Fe", el Cardenal Cipriani se refirió a las tensiones entre Perú y Chile y advirtió que no es bueno "estar en los medios de comunicación ventilando situaciones; y, mucho menos, dejando que las pasiones de unos y otros, normales y corrientes, estén creando una situación totalmente fuera de lugar".

"Lo mejor –dijo el Arzobispo Primado– es bastante silencio y una mayor intensificación de las relaciones internas, para que como seres racionales y seres prudentes, pero con la verdad –la cual no se puede dejar de lado– se dialogue. Pero no en este esquema de me compro un submarino, yo me compro dos. Me compro un tanque, yo tengo tres. Realmente, pensar que en este siglo XXI este sea el lenguaje"

"Creo que hay que callar las armas, callar la discusión en la prensa y reflexionar un poco más hacia dentro. Como se ha dicho ahora, una justicia requiere de solidaridad, de dignidad y no de exacerbar", los ánimos, alentó.

"No se olviden, las campañas políticas siempre han tenido un aliado, que es las dificultades internacionales. Siempre quien quiere aprovechar de una situación de coyuntura política, levanta problemas internacionales. Esto es viejo, viejísimo. No caigamos tontamente, cuando ambos países, uno antes y otro después, están cercanos a unas elecciones", señaló.

Solidaridad y respeto a la vida

Al comentar la necesidad de la solidaridad en la sociedad actual, el Arzobispo señaló que "hay que ser solidarios con ese inicio de la vida que se da en el primer instante de la concepción. La humanidad entera, los legisladores, los medios de comunicación y todos con ese respeto sagrado a lo que es ese instante del inicio de la concepción".

"Me cuesta pensar que un señor sea solidario con un sueldo; y simple y llanamente reparte unas pastillas para matar esa reciente concepción, a través por ejemplo de la pastilla del día siguiente", alertó

"Me cuesta esfuerzo pensar que una persona fríamente manipula vidas y después va a ser generoso o solidario cuando haya que aumentar un sueldo. No entiendo. Dejen de maltratar la vida del no nacido y verás que empezamos a pensar diferente", concluyó el Cardenal.




domingo, 20 de septiembre de 2009

El relativismo como camino a la intolerancia - Fernando Pascual

El relativismo como camino a la intolerancia
P. Fernando Pascual, LC


El relativismo cree que la verdad, en uno o en varios ámbitos del saber, sería inalcanzable para los hombres. Por lo mismo, considera “teóricamente” a todas las opiniones como iguales.

Por ejemplo, negar que Dios exista valdría lo mismo que afirmar que Dios existe, pues ni los ateos ni los creyentes pueden probar que su postura sea “verdadera”.

En realidad, el relativismo desencadena una continua lucha de poder en la que se imponen los más fuertes sobre los más débiles. Porque si la verdad fuese inalcanzable, en el mundo de los hombres seguirán siempre en pie juegos de poder, más peligrosos cuando la verdad ha quedado relegada al ámbito de lo inalcanzable. Es entonces cuando “vale” sólo quien domina a los otros desde su punto de vista, que es lo mismo que decir desde sus deseos, sus gustos, su prepotencia, su avaricia, sus ambiciones, sean o no sean verdaderas, buenas o justas.

Es por eso que el relativismo, a pesar de sus apariencias inocentes y benignas, conduce al egoísmo y a la prepotencia, a la lucha y a la mentira, a la intolerancia y a la marginación del diverso.

El Evangelio, por el contrario, nos abre a la verdad, nos aparta del egoísmo, nos purifica de las mentiras.

Por eso también nos enseña el camino de la humildad, del servicio, del amor. Porque la verdad lleva a amar, y amar implica desear el verdadero bien del amado. “Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros” (Jn 13,34-35).

Existen, por desgracia, grupos dentro de la misma Iglesia que, en nombre de un falso diálogo, promueven el relativismo, y así se apartan de la verdad, de la justicia, del amor. Algunos de esos grupos han llegado al absurdo de apoyar la legalización del aborto o de la eutanasia, han defendido el “derecho” a la esterilización o a los anticonceptivos.

Cuando estamos lejos de Dios, que es amor, todo es posible, incluso apoyar los males más aberrantes. En cambio, cuando vivimos cerca de Dios, avanzamos hacia el Amor verdadero, y buscamos vivir según los Mandamientos del Señor.

Cada católico está llamado a enseñar ese Amor, a mostrar a los hombres el verdadero Evangelio de Cristo, que nos recuerda la entrega del Hijo, en la obediencia al Padre, para rescatarnos del pecado, para librarnos del error, para conducirnos a la Verdad, que es Amor.

Esa es la gran tarea de ayer, de hoy y de siempre: vivir en la Verdad, como Iglesia, bajo la guía de Pedro y de los Obispos sucesores de los apóstoles. Sólo desde esa Verdad que nos viene de Dios superaremos los riesgos del relativismo y podremos promover un diálogo lleno de amor y respeto hacia cada uno de nuestros hermanos los hombres.



jueves, 17 de septiembre de 2009

"Decálogo" para leer la Biblia - Mario de Gasperín

"Decálogo" para leer la Biblia
Mons. Mario de Gasperín


MÉXICO D.F., 13 Sep. 09 (ACI).- El Obispo de Querétaro, Mons. Mario de Gasperín, lanzó un "Decálogo" para la correcta lectura de la Biblia, que debe insertarse, explicó, "en la gran corriente eclesial que conduce y guía el Espíritu Santo".

"La Escritura es el libro de la comunidad eclesial", recordó el Prelado; y precisó que por ello "nuestra lectura, aunque sea a solas, jamás podrá ser en solitario. Muchos a través de los siglos la han leído, meditado, vivido, transmitido. Los mejores intérpretes de la Biblia son los santos".

Asimismo, Mons. Gasperín, subrayó que no se debe olvidar que "el centro de la Santa Escritura es Cristo; por eso, todo debe leerse bajo la mirada de Cristo y cumplido en Cristo. Cristo es la clave interpretativa de la Santa Escritura".

De igual manera, el Prelado enfatizó que para sacar provecho de la Biblia ésta "debe leerse y meditarse con el mismo Espíritu con que fue escrita. El Espíritu Santo es su autor principal y su principal intérprete. Hay que invocarlo siempre antes de comenzar a leerla y al final, dar gracias".

Finalmente, el Obispo de Querétaro resaltó que "todo texto bíblico tiene un contexto histórico donde se originó y un contexto literario donde se escribió"; y advirtió que cualquier texto bíblico fuera de este contexto histórico y literario, "es un pretexto para manipular la Palabra de Dios. Esto es tomar el nombre de Dios en vano".


Decálogo para leer con provecho la Biblia

Septiembre: mes de la Biblia

1. Nunca creer que somos los primeros que han leído la Santa Escritura. Muchos, muchísimos a través de los siglos la han leído, meditado, vivido, transmitido. Los mejores intérpretes de la Biblia son los santos.

2. La Escritura es el libro de la comunidad eclesial. Nuestra lectura, aunque sea a solas, jamás podrá ser en solitario. Para leerla con provecho, hay que insertarse en la gran corriente eclesial que conduce y guía el Espíritu Santo.

3. La Biblia es “Alguien”. Por eso se lee y celebra a la vez. La lectura mejor de la Biblia es la que se hace en la Liturgia.

4. El centro de la Santa Escritura es Cristo; por eso, todo debe leerse bajo la mirada de Cristo y cumplido en Cristo. Cristo es la clave interpretativa de la Santa Escritura.

5. Nunca olvidar que en la Biblia encontramos hechos y dichos, obras y palabras íntimamente unidas unas con otras; las palabras anuncian e iluminan los hechos, y los hechos realizan y confirman las palabras.

6. Una manera práctica y provechosa de leer la Escritura es comenzar con los santos Evangelios, seguir con los Hechos y las Cartas e ir entreverando con algún libro del Antiguo Testamento: Génesis, Éxodo, Jueces, Samuel, etcétera... No querer leer el libro del Levítico de corrido, por ejemplo. Los Salmos deben ser el libro de oración de los grupos bíblicos. Los profetas son el “alma del Antiguo Testamento: hay que dedicarles un estudio especial.

7. La Biblia se conquista como la ciudad de Jericó: dándole vueltas. Por eso, es bueno leer los lugares paralelos. Es un método entretenido, pero muy provechoso. Un texto esclarece al otro, según aquello de San Agustín: “El Antiguo Testamento queda patente en el Nuevo y el Nuevo está latente en el Antiguo”.

8. La Biblia debe leerse y meditarse con el mismo Espíritu con que fue escrita. El Espíritu Santo es su autor principal y es su principal intérprete. Hay que invocarlo siempre antes de comenzar a leerla y al final, dar gracias.

9. Nunca debe utilizarse la Santa Biblia para criticar y condenar a los demás.

10. Todo texto bíblico tiene un contexto histórico donde se originó y un contexto literario donde se escribió. Un texto bíblico, fuera de su contexto histórico y literario, es un pretexto para manipular la Palabra de Dios. Esto es tomar el nombre de Dios en vano.


+ Mario De Gasperín Gasperín
Obispo de Querétaro