miércoles, 20 de noviembre de 2013

El Papa Francisco elogia al Arzobispo Marchetto, decidido defensor de la Hermenéutica de la Continuidad

El Papa Francisco elogia al Arzobispo Marchetto, decidido defensor de la Hermenéutica de la Continuidad


El Papa Francisco elogia por carta a Mons. Agostino Marchetto, un crítico implacable de la Escuela de Bologna, y lo declara “el mejor hermeneuta del Vaticano II”.


La noticia fue primicia del vaticanista Sandro Magister cuyo artículo, publicado el 14 de Noviembre pasado, presentamos aquí traducido al español por Mario Caponnetto.

Luego publicamos un reportaje a Mons. Marchetto, realizado por el diario “La Prensa” de Buenos Aires en octubre del 2012, que nos permite conocer un poco la figura de este decidido defensor de la Hermenéutica de la Continuidad.


*   *  *



Melloni y Compañia de luto, traicionados por “su” Papa
Sandro Magister


Nadie esperaba semejante pronunciamiento del Papa Francisco. Sin embargo, llegó. Y clamorosamente.
    
Una vez le dije, querido Monseñor Marchetto, y hoy deseo repetirlo, que lo considero a usted el mejor hermeneuta del Concilio Vaticano II”.
    
En Bolonia, santuario de esa “escuela” dirigida hoy por el profesor Alberto Melloni que tiene el monopolio mundial de la interpretación del Concilio Vaticano II, las banderas habrán ondeado a media asta en señal de luto.
    
Porque Agostino Marchetto era su bestia negra, su crítico más irreductible, desde siempre.
    
Los “boloñeses” pretendieron sumar a su interpretación del Concilio incluso a Benedicto XVI. Del Papa Francisco decían hasta ayer, entusiasmados, que “del Concilio habla poco porque lo realiza en los hechos”, al modo de ellos naturalmente. En cambio jamás respondieron puntualmente a las críticas de Marchetto. Simplemente, se burlaron de él, lo ridiculizaron.
    
Y ahora lo tienen delante como “el mejor hermeneuta del Concilio”, investido como tal nada menos que por el que fuera su dilecto Jorge Mario Bergoglio.
    
El reconocimiento del Papa a Marchetto tomó estado público el 12 de noviembre en ocasión de la presentación en Campidoglio de un volumen en su honor editado por la Librería Editrice Vaticana.
    
He aquí el texto íntegro de la carta del Papa:
    
«Querido Monseñor Marchetto: 
    
Con estas líneas deseo estar a su lado y unirme al acto de presentación del libro: “Primado pontificio y episcopado. Del primer milenio al Concilio Ecuménico Vaticano II”. Le pido que me sienta espiritualmente presente.
    
La temática del libro es un homenaje al amor que Su Excelencia tiene por la Iglesia, un amor leal y al mismo tiempo poético. La lealtad y la poesía no son objeto de comercio, no se compran ni se venden, son simplemente virtudes enraizadas en un corazón de hijo que siente a la Iglesia como Madre, o, para ser más preciso y decirlo con “aire” ignaciano de familia, como “la Santa Madre Iglesia jerárquica”. 
    
Este amor usted lo ha manifestado de muchos modos, incluso corrigiendo un error o imprecisión de mi parte –y por eso se lo agradezco de corazón; pero sobre todo se ha manifestado en toda su pureza en los estudios dedicados al Concilio Vaticano II.
    
Una vez se lo dije, querido Monseñor Marchetto, y hoy deseo repetirlo, que lo considero el mejor hermeneuta del Concilio Vaticano II. Sé que es un don de Dios, pero sé también que Su Excelencia lo ha hecho fructificar. Le estoy agradecido por todo el bien que nos hace con su testimonio de amor a la Iglesia y pido al Señor que lo recompense abundantemente.
    
Le pido por favor que no se olvide de rezar por mí. Que Jesús lo bendiga y la Virgen santa lo proteja.
    
Vaticano, 7 de octubre de 2913,
    
Fraternalmente
Francisco».



Traducción al Español: Mario Caponnetto


*   *   *



Hay una historia sesgada del Concilio
Por Agustín De Beitia


Diálogo con el Arzobispo Marchetto en vísperas del 50º aniversario de la apertura de la histórica asamblea


Diario La Prensa (Buenos Aires - Argentina) 08.10.2012 | El prelado italiano, canonista e historiador, es autor de un estudio crítico sobre la historiografía de uno de los mayores acontecimientos del siglo XX. Dice que la Escuela de Bolonia impuso una visión rupturista, que es ideologizada.

En los últimos años se abrió en Italia un debate, alimentado de libros y conferencias, sobre el Concilio Vaticano II y su correcta interpretación. Uno de los protagonistas del debate, reproducido por la prensa de ese país, fue el arzobispo emérito italiano Agostino Marchetto.

Monseñor Marchetto, canonista, historiador, con 30 años de carrera diplomática, publicó en 2005 un primer libro sobre el tema donde analiza la historiografía del Concilio. Su título: "El Concilio Vaticano II, contrapunto para su historia", editado por la Librería Editora Vaticana y traducido al español por Edicep de Valencia. Ahora publicó un segundo volumen con el subtítulo "Para su (del Concilio) correcta hermenéutica".

En vísperas de que se cumplan 50 años de la apertura de la asamblea eclesial, La Prensa entrevistó a Marchetto por correo electrónico sobre su obra, que corrige la visión hoy dominante del Concilio. Una visión, según el prelado, que quiere verlo como un evento revolucionario. A su juicio se trata de una reconstrucción ideológica que fue impuesta por la Escuela de Bolonia, cuyo referente es Giuseppe Alberigo, coordinador de una "Historia del Concilio Vaticano II" en cinco volúmenes. Pero, según Marchetto, Alberigo sigue en sus teorías al Padre Giuseppe Dossetti, experto de confianza del cardenal Giacomo Lercaro, uno de los cuatro moderadores del Concilio.


- Excelencia: ¿cuándo nace esa interpretación del Concilio y por qué la asocia a la Escuela de Bolonia?

- El monopolio de una visión histórica "concertada" por la Escuela de Bolonia (de Dossetti, Alberigo y ahora el historiador Alberto Melloni, pero con muchos aliados en todo el mundo), al fin y al cabo de ruptura con lo que precede, ya está presente durante el Concilio en la franja extrema de los llamados progresistas. Ellos se opusieron a los intentos de Pablo VI de llegar a soluciones de consenso en muchas cuestiones disputadas. Esa interpretación continuó después del Concilio, especialmente al presentarlo como un "evento", al poner el acento en el "espíritu" del Concilio, al verlo como el nacimiento de una nueva Iglesia. Se lo hizo también desvalorizando los textos conciliares y sus Actas (fuentes oficiales) en detrimento de los diarios personales.


-¿Cuándo se manifiesta?

- El monopolio de esa visión se manifiesta con la publicación de los cinco volúmenes de la "Historia del Concilio" dirigida por el profesor Alberigo. Como declaró Su Santidad en su famoso discurso a la Curia del 22 de diciembre de 2005, ésta interpretación encontró el favor de los medios de comunicación social y de una parte de los teólogos modernos. Por lo demás, era ya la situación conciliar: favorable a las novedades, con exageración de los contrastes y juicios muy negativos hacia quienes recordaban la necesidad de considerar también la Tradición eclesial precedente. Renovación y fidelidad al "deposito" de la fe van juntas en la Iglesia católica.


- ¿Cuáles son los argumentos de la Escuela de Bolonia? Usted ha dicho que se basa en un juego de oposiciones: por ejemplo, entre los dos Papas del Concilio.

- Los argumentos de dicha escuela son ideológicos, no respetuosos de la verdadera historia del Concilio. De hecho, por ejemplo, oponer a Pablo VI -definiéndolo como enterrador del Concilio- y a Juan XXIII es una posición contraria a las palabras y a los hechos de los dos Papas.


- ¿La historia del Concilio dirigida por Alberigo ha sido la fuente de otros historiadores?

- El merito de Alberigo, desde su punto de vista, ha sido la creación, o coordinación, de un movimiento, de una corriente de pensamiento. En los libros dirigidos por él, Alberigo siempre se reservaba la introducción, los orientaba y delineaba las conclusiones. Llegamos al punto de que, en Italia por ejemplo, los que se identifican con una línea histórica tradicionalista van a "pescar" en los libros dirigidos por Alberigo los argumentos (para mí, infundados) a favor de la visión de ruptura.


- ¿Cómo logró imponerse esta interpretación? Usted habló de amistades, operaciones industriales... Es asombroso que algo así ocurra.

- Me acuerdo que una vez escribí que los talentos de Bolonia, sus capacidades organizadoras y científicas, sus amistades poderosas, y las ayudas económicas recibidas, eran dignas de una mejor causa, la de una historia no ideologizada y de confrontación, sino conforme a la hermenéutica de reforma en la continuidad del único sujeto Iglesia, como han proclamado Su Santidad y los Papas anteriores a él.


- ¿Cree que existe una estrategia detrás de esos intentos?

- Sí, creo que hay una estrategia para imponer estos cambios en la Iglesia y lo constatamos todos los días. De hecho la Iglesia católica es casi la única "institución" (esta palabra no es mala pero exige también el espíritu que la sostiene), que sigue defendiendo ciertos valores, que son "indigestos" a no pocos contemporáneos nuestros.


- ¿Por qué cree que estos esfuerzos unidireccionales encuentran, además, el favor del público?

- Ir en contra de la corriente común de pensamientos no es fácil ni cómodo. ¿El favor del público? Ciertamente tenemos que considerar a quienes nos dirigimos hoy, pero tenemos que conseguir como siempre la aprobación, el favor, de nuestro Señor Jesucristo.


- ¿No cree que la visión dominante del Concilio terminó por provocar una suerte de "ruptura real" con las formas antiguas, con lo que era tradicional? El propio Papa tuvo que salir a aclarar, por ejemplo, que el rito de San Pío V no había sido abrogado por el Concilio...

- El bombardeo produce sus efectos. Como fue presentado (falsamente) en algunos lugares, el Concilio creó la convicción en muchas personas de que todo en la Iglesia se podía cambiar. Si cambian de opinión ciertos obispos en Roma, ¿por qué no los teólogos, porque no los fieles? No hacer distinción entre lo que puede ser cambiado, adaptado, renovado ("aggiornato"), y lo que no lo puede ser es cosa bastante común hoy. También entre los que se dicen católicos. Al fin y al cabo, nuestra es la época de la religión "ˆ la carte", en línea con nuestro relativismo dominante. Pero el Concilio no fue relativista. 



*   *   *

Reforma en la continuidad es la correcta interpretación

Diario La Prensa (Buenos Aires - Argentina) 08.10.2012 | El arzobispo Agostino Marchetto adhiere a la concepción de Benedicto XVI del Concilio. "Realizó un aggiornamento, una renovación, una reforma en la continuidad, no una revolución, una ruptura", advierte.

Para el arzobispo Agostino Marchetto, la forma correcta de interpretar al Concilio Vaticano II es la indicada por el Papa Benedicto XVI, esto es, la de "la reforma en la continuidad del único sujeto Iglesia". Esta interpretación del Magisterio "encuentra su fundamento científico en la verdadera historia del Concilio, en su correcta hermenéutica y en su justa recepción (acogida)", dice Marchetto. "Sin hermenéutica correcta no habrá justa recepción. El Concilio realizó un aggiornamento, una renovación, una reforma en la continuidad, no una revolución, una ruptura", advierte.


- Usted dijo en el 2007 que frente a un esfuerzo tan amplio por imponer una hermenéutica unidireccional usted podía caer en la tentación de sentirse solo. ¿Está solo?

- Ya no estoy solo, o casi, a pesar de que tenemos todavía mucho que trabajar para llegar a una historia verdadera y obtener su correcta hermenéutica dirigida hacia una justa recepción.


- Aun si surgiera una corriente revisionista, ¿cree que alcanzaría para borrar las huellas que han quedado en muchos?

- No quiero hablar de revisionismo porque, en definitiva, es un intento de escribir una historia finalmente verdadera. Pero no será fácil borrar -como dice usted- las huellas que han quedado en muchos. Dios nos ayude, gracias también a este "Año de la Fe" que se acerca.






El «Año de la Fe» se clausurará el próximo domingo 24 de Noviembre. 
Pidamos a Cristo Rey -cuya Solemnidad celebramos ese día- que nos ayude a trabajar por la comprensión del Vaticano II en la perspectiva de la reforma en la continuidad.
¡Es la única manera de ayudar en su justa recepción!





3 comentarios:

  1. Esperemos que el Papa Francisco siga caminando en esta dirección!

    ResponderEliminar
  2. Espero que este hombre se encarrile porque ha dicho ambiguedades y afirmaciones que chocan contra la doctrina católica! Dios lo ilumine!

    ResponderEliminar