martes, 26 de agosto de 2014

La Corrupción de la Religión Subordinada a la Política - con Aprobación Eclesiástica

Misioneros de Francisco: Capillas en las Villas donde conviven Política y Religión
Gabriel Sued


Reproducimos aquí un llamativo artículo periodístico publicado por el Diario La Nación de Buenos Aires, Argentina, el domingo 3 de Agosto del 2014. Esperamos un tiempo prudencial antes de publicarlo, pero nos decidimos a hacerlo ya que hasta ahora no fue desmentida la noticia ni por la Santa Sede ni por la Conferencia Episcopal Argentina. ¡Una muestra más de hasta dónde llega el descalabro “tercermundista” -versión "teología del pueblo"- en Argentina!


[Diario La NaciónMiriam Alegre, una correntina de 38 años, juega a que es Cristina Kirchner. En la entrada de un salón de ladrillos desnudos de revoque, a medio terminar, reúne a diez vecinas del barrio Las Rosas, en Melchor Romero. Es una villa de pastos altos y casillas de madera, levantada por mujeres que abandonaron sus hogares huyendo de las golpizas de sus esposos. "Quería darles esta cadena nacional -les dice, entre solemne y risueña- para comunicarles que pronto vamos a tener la instalación de luz".

A su espalda, una figura de la Virgen de Luján indica que el sitio elegido para el anuncio no es un lugar cualquiera. En poco tiempo ahí se inaugurará una de las primeras capillas de los Misioneros de Francisco. Es un movimiento católico creado por Emilio Pérsico, el jefe del Movimiento Evita, que se propone levantar una capilla en cada asentamiento y barrio pobre de la Argentina.

La iniciativa, en la que se funden política y religión, se puso en marcha a partir de un encuentro que Pérsico, secretario de Agricultura Familiar, tuvo con el Papa, en agosto pasado. De buena relación con Bergoglio desde que era arzobispo de Buenos Aires, el dirigente kirchnerista solía quejarse por las trabas que la Iglesia ponía a la apertura de capillas, en contraste con la ligereza con que se abren templos evangélicos. "Ahora ya tenés mi autorización", cuenta Pérsico que le dijo el Papa, en Santa Marta.

Inspirado en la Teología del Pueblo y en el mensaje del Sumo Pontífice para construir "una Iglesia pobre y para los pobres", Misioneros de Francisco es un movimiento independiente de la jerarquía eclesiástica. "Somos parte de la Iglesia Católica, pero no como institución, sino como pueblo de Dios", explican sus fundadores. El grupo también lo integran Enrique Palmeyro, un ex seminarista que trabajaba con Bergoglio y al que el Papa designó al frente de la flamante Red Mundial de Escuelas, y el padre Eduardo Farrell, párroco de Cuartel V, un barrio de Moreno.